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EL APOCALIPSIS O LA REVELACIÓN DE DE JESUS EL CRISTO DADA A SAN JUAN, EL TEOLOGO Visitas |
HACIENDO FUEGO |
BIENVENIDO AL CONTENIDO BIBLICO DE
EL APOCALIPSIS O LA REVELACION DE JESUS EL CRISTO DADA A SAN JUAN EL TEOLOGO
TRADUCIDO AL IDIOMA POPULAR MEXICANO
ESTOS SON LOS TEMAS DE ESTUDIO QUE PRESENTAMOS PARA USTED QUE SE INTERESA EN EL CONOCIMIENTO Y LA VERDAD DE DIOS MEDIANTE EL ESTUDIO BÍBLICO O TEOLÓGICO |
REFLEXIONES | ALABANSAS |
PELICULAS | PREDICACIONES |
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Capitulo 1 Presentación El que dio testimonio de la palabra de Dios o sea el testimonio de Jesús el cristo y todas las cosas que vio. 3 Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y cumplen las cosas escritas en ella, porque el tiempo está por cumplirse. Saludos a las siete iglesias 5 Y de Jesús el cristo el testigo fiel, el primogénito entre los muertos y que también es soberano de los reyes de la tierra, él también nos amó y nos liberó de nuestros pecados con su sangre. 6 Para hacernos sacerdotes del reino de su Dios y padre, donde él tendrá la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén. 7 Él vendrá entre las nubes y todo ojo lo vera y todas las familias de la tierra se lamentaran por haberlo traspasado. Si amén. 8 Yo soy la A y también la Z dice el señor Dios el que es y que era y que vendrá, el todopoderoso. Revelación a Juan 10 Yo estaba pensando en el día del señor cuando oí detrás de mí una voz como de trompeta. 11 Que decía: Escribe en un libro lo que veas y envíalo a las siete iglesias de Asia a Éfeso, Esmirna, Pergamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y la Odisea. Aspecto de Jesus en el cielo 12 Y giré para ver al que me hablaba y al voltear vi siete candeleros de oro. 13 Y en medio de los siete candeleros a uno que parecía el hijo del hombre, vestido con una prenda que le llegaba hasta los pies y sujeto por un cinto de oro a la altura del pecho. 14 Los cabellos de su cabeza eran como lana blanca o como nieve y sus ojos como llama de fuego. 15 Y sus pies parecían de bronce brilloso resplandeciente como si estuviera en un horno y su voz como estruendo de muchas aguas. 16 Tenía en su mano derecha siete estrellas y de su boca salía una espada aguda de dos filos y su cara brillaba como el sol cuando brilla en toda su intensidad. 17 Cuando lo vi caí como muerto a sus pies, pero él puso su mano derecha sobre mí y me dijo: no temas yo soy el primero y el último. Jesús sigue vivo 18 El que vivió después de haber muerto, pues mírame que aquí estoy vivo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la muerte y del infierno. 19 Escribe las cosas que has visto, las que ya pasaron y las que sucederán después de éstas. 20 Lo inexplicable de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y de los siete candeleros de oro; las siete estrellas son los Ángeles de las siete iglesias y los siete candeleros que viste son las siete iglesias. |
Capitulo 3 El mensaje a Sardis 2 Examínate y asegura lo que te queda antes de que se muera porque no has hecho tus obras perfectas según la voluntad de Dios. 3 Arrepiéntete y recuerda lo que oíste y recibiste y sigue cumpliendo porque si no lo cumples, vendré contra ti como un ladrón y de ninguna manera podrás saber en qué momento vendré contra ti. 4 Pero hay algunas personas en Sardis que son dignas de andar conmigo vestidas de blanco porque no se han manchado. 5 Al que venza lo vestiré de blanco y no borraré su nombre del libro de la vida sino que confesaré su nombre delante de mi padre y de sus ángeles. 6 El que tenga oído que oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. El mensaje a Filadelfia 8 Yo conozco tus obras por eso he abierto una puerta delante de ti y nadie la podrá cerrar porque aunque eres débil has cuidado el cumplimiento de mi palabra y nunca niegas mi nombre. 9 Mira yo entregaré a los que dicen que son judíos y no lo son sino que mienten porque son sinagoga de satanás y los haré venir a postrarse a tus pies y que reconozcan que te amo. 10 Porque has cumplido con paciencia mi palabra y por eso te libraré a la hora de la prueba que está por venir sobre el mundo para probar a todos los que habitan sobre la tierra. 11 Retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona pues vuelvo muy pronto. 12 Al que venza lo haré columna del santuario de mi Dios para que nunca más salga de ahí y escribiré sobre él, el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que descenderá del cielo de mi Dios y mi nuevo nombre. 13 El que tenga oído oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. El mensaje a La Odicea 15 Yo conozco tus obras pues no eres frio ni caliente. ¡Ojalá fueras frio o caliente! 16 Así que voy a vomitarte de mi boca porque eres tibio y no frio ni caliente. 17 Porque piensas que eres rico y que no tienes necesidad de ninguna cosa porque te has enriquecido, pero no sabes que en realidad eres un pobre miserable desventurado y desnudo ciego. 18 Para que verdaderamente seas rico te aconsejo que compres de mí oro purificado en el fuego y vestiduras blancas para que te cubras y no te avergüences de tu desnudez y unge tus ojos con colirio para que veas. 19 Yo amonesto, para corregir a los que amo, arrepiéntete pues y esmérate con entusiasmo. 20 Porque estoy en la puerta llamando, si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. 21 Al que venza le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo vencí y me senté con mi padre en su trono. 22 El que tiene oído oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. |
Capitulo 4 El Trono del Señor 2 Y al instante mi espíritu fue a donde estaba colocado un trono en el cielo, y vi a uno sentado en él. 3 El que estaba sentado era de aspecto semejante a piedra de mármol rojo veteado de cuarzo amarillo translúcido y había alrededor del trono un arco iris de aspecto parecido a la esmeralda. 4 También había veinticuatro tronos rodeando al primer trono y miré a veinticuatro ancianos vestidos con ropas blancas y coronas en sus cabezas, sentados en los tronos. 5 Y del trono salen relámpagos y estruendo prolongado de truenos y delante del trono hay siete lámparas con fuego encendido y son los siete espíritus de las iglesias. 6 Y delante del trono hay algo que parece un mar de vidrio cristalino, y en medio rodeando al trono cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás 7 El primer ser viviente parece un león, el segundo parece un becerro, el tercero tiene cara como de hombre y el cuarto parece un águila volando. 8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas y están llenos de ojos por dentro y alrededor, y no paran de día ni de noche de decir: Santo, santo, santo es el señor Dios todopoderoso el que era el que es y el que vendrá. 9 Y cuando los seres vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que vive por los siglos de los siglos sentado en su trono. 10 Los veinticuatro ancianos se postran ante el que está sentado en el trono para adorar al que vive por los siglos de los siglos y ponen sus coronas delante del trono diciendo: 11 Señor eres digno de recibir la gloria y la honra y el poder porque tu creaste todas las cosas y por tu voluntad existe todo lo que fue creado. |
Capitulo 5 El Libro del Cordero 2 y mire a un ángel fuerte que preguntaba con gran voz: ¿Quién es digno de soltar los sellos para abrir el libro? 3 y nadie en el cielo ni en la tierra ni de debajo de la tierra pudo abrir el libro para mirarlo. 4 y yo llore mucho porque no hallaron a nadie digno de abrir el libro para leerlo ni siquiera para mirarlo. 5 Pero uno de los ancianos me dijo: no llores más porque el león de la tribu de Judá, que es la raíz de David venció y podrá romper los siete sellos y abrir el libro. 6 Y vi entre el trono y los cuatro seres vivientes y entre los ancianos a un cordero como sacrificado que tenía siete cuernos y siete ojos que son los siete espíritus de Dios que fueron enviados por toda la tierra. 7 Vino y tomo el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 cuando el cordero tomo el libro, los cuatro seres vivientes y los ancianos se postraron ante él, con una citara en sus manos cada uno y con copas de incienso que son las oraciones de los santos. 9 y le cantan un nuevo canto que dice: eres digno de tomar el libro y romper sus sellos porque diste tu sangre en sacrificio para comprarnos para Dios, de toda descendencia, lengua, pueblo y nación. 10 y nos hiciste sacerdotes para nuestro Dios y reyes para reinar sobre la tierra. 11 y mire y escuche la voz de muchos ángeles alrededor del trono y de los seres vivientes y de los ancianos y su cantidad eran miríadas de miríadas y millares de millares. 12 que decían a gran voz: el cordero que fue sacrificado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza. 13 y toda la creación del cielo y sobre la tierra y en el mar, y oí que todas las cosas que hay en ellos decían: al que está sentado en el trono y al cordero le corresponde la alabanza, la gloria, el honor y el dominio por los siglos de los siglos. 14 y los cuatro seres vivientes decían: Amen. Y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus caras para adorar al que vive por los siglos de los siglos. |
Capitulo 6 Los primeros seis sellos 2 y al mirar mire un caballo blanco y el que lo montaba tenía un arco para vencer y le dieron una corona y salió venciendo. 3 cuando rompió el segundo sello oí al segundo ser viviente que me decía: ven y mira. 4 y salía otro caballo este de color rojo y al que lo montaba le dieron una gran espada para que quitara la paz de la tierra, provocando que se mataran unos a otros. 5 Y cuando rompió el tercer sello, el tercer ser viviente me dijo: ven y mira, y al mirar mire un caballo negro y el que lo montaba tenía una balanza en su mano. 6 y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes que decía: un kilo de cebada por un salario mínimo, pero no dañes el aceite ni el vino. 7 Y cuando rompió el cuarto sello, el cuarto ser viviente me dijo: ven y mira. 8 Y al mirar mire un caballo pálido verdoso y el que lo montaba se llamaba muerte y el rey del infierno lo seguía, y le dieron autoridad para matar a la cuarta parte de la tierra con espada, con hambre, con epidemias y con las fieras de la tierra. 9 y cuando rompió el quinto sello, vi debajo del altar a las almas de los que murieron por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 y clamaban con gran voz diciendo: señor santo y verdadero hasta cuando juzgaras para vengar nuestra sangre de las manos de los que habitan en la tierra. 11 y les dieron vestiduras blancas y se les dijo que descansaran otro poco de tiempo todavía hasta que se complete la cantidad de sus compañeros y hermanos servidores de Dios que también serán muertos como ellos. 12 y cuando rompió el sexto sello se produjo un terremoto y el sol se puso negro como un costal echo de crin y la luna se volvió toda como de sangre. 13 y las estrellas cayeron del cielo sobre la tierra, como caen los higos cuando un fuerte viento sacude la higuera. 14 y el cielo se enrollo como un pergamino y desapareció y los montes y las islas se movieron de su lugar. 15 y los reyes de la tierra, los miembros de la nobleza, los jueces, los poderosos, los ricos, esclavos y libres se esconderán en las cuevas y entre los cerros de los montes. 16 y decían a los montes y a los cerros caigan sobre nosotros para que nos escondan de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del cordero. 17 porque el día de su gran ira ha llegado y nadie podrá sostenerse en pie. |
Capitulo 7 Los 144000 sellados 2 vi a otro ángel subir a donde sale el sol con el sello del Dios vivo y clamo a gran voz a los cuatro ángeles que tenían autoridad para hacer daño a la tierra y al mar. 3 diciéndoles: no hagan daño a la tierra ni al mar ni a los arboles hasta que terminemos de sellar en la frente a los servidores de nuestro Dios. 4 Y oí que la cantidad de los sellados era ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. 5 doce mil sellados de la tribu de Judá, de la tribu de Rubén doce mil sellados, de la tribu de gas doce mil sellados. 6 de la tribu de hacer doce mil sellados, de la tribu de Neftalí doce mil sellados, de la tribu de manases doce mil sellados. 7 de la tribu de Simeón doce mil sellados, de la tribu de Levi doce mil sellados, de la tribu de Isacar doce mil sellados. 8 de la tribu de Zabulón doce mil sellados, de la tribu de José doce mil sellados, de la tribu de benjamín doce mil sellados. La multitud vestida de blanco 10 Y clamaban diciendo a gran voz: la salvación es de nuestro Dios que está sentado en el trono y del cordero. 11 Y todos los ángeles estaban parados alrededor del trono y de los cuatros seres vivientes y de los ancianos y se postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios. 12 Diciendo: amen, la bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza sean para nuestro Dios por los siglos de los siglos amén. 13 Entonces uno de los ancianos tomó la palabra para preguntarme, quienes eran y de donde vinieron los que estaban vestidos con ropas blancas. 14 Y yo le respondí señor dígamelo usted y él me dijo: estos son los que lavaron sus ropas emblanqueciéndolas con la sangre del cordero y vienen de la gran tribulación. 15 Por eso están delante del trono de Dios para servirle de día y de noche en su santuario y él estando sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. 16 Ya no tendrán hambre ni sed y el sol ya no caerá sobre ellos, ni sentirán ningún otro ardor 17 porque el cordero que está en medio del trono, los pastoreará guiándolos a manantiales de agua de vida y Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos. |
Capitulo 8 El septimo sello 2 Y vi que les dieron siete trompetas a siete ángeles que estaban parados ante Dios. 3 vino entonces otro ángel y se paró frente al altar con un incensario de oro en la mano y le dieron mucho incienso para que lo añadiera a las oraciones de los santos sobre el altar de oro que estaba frente al trono. 4 Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. 5 Y el ángel tomó el incensario y lo prendió con fuego del altar y lo arrojó a la tierra y se produjeron truenos, voces, relámpagos y terremotos. Las trompetas 7 El primer ángel tocó la trompeta y fueron lanzados sobre la tierra fuego y granizo revuelto con sangre y la tercera parte de los árboles se quemó y también se quemó toda la hierba verde. 8 El segundo ángel tocó la trompeta y se precipitó en el mar algo parecido a una gran montaña ardiendo y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. 9 Y murió la tercera parte de los seres vivos que había en el mar y la tercera parte de los barcos se destruyó. 10 El tercer ángel tocó la trompeta y una gran estrella ardiendo cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de agua. 11 Y la estrella se llamaba ajenjo y la tercera parte de las aguas se convirtieron en ajenjo tan amargo que muchos hombres murieron por la amargura. 12 el cuarto ángel toco la trompeta y se hirió la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las Estrellas para que al oscurecerse la tercera parte de ellos, el día no resplandeciera en su tercera parte al igual que la noche. 13 y mire y oí la voz de un ángel que volaba por medio cielo diciendo a gran voz: hay, hay, hay de los que habitan en la tierra a causa de los toques de trompeta que tocarán los tres ángeles restantes. |
Capitulo 9 El poso del abismo 2 y abrió el pozo del gran abismo y salió del pozo una humareda como la de un gran horno y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. 3 y del humo salieron langostas a la tierra y les dieron poder como el poder de los escorpiones de la tierra. 4 y se les dijo que no dañaran la hierba de la tierra, ni ninguna cosa verde, ni a ningún árbol, sino solamente a las personas que no tengan el sello de Dios en sus frentes. 5 y les concedieron atormentar por cinco meses sin causar la muerte, y su tormento es como el dolor que causa el escorpión cuando pica al hombre. 6 y en esos días las personas desearan morir, pero no morirán por ninguna causa y ansiaran morir pero la muerte huira de ellos. 7 las langostas tenían aspecto parecido a caballos preparados para la guerra pero sus caras eran como de humano y tenían en sus cabezas algo como coronas de oro. 8 tenían cabello como las mujeres y sus dientes eran como de león. 9 y estaban cubiertas con corazas como de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla. 10 tenían cola como los escorpiones con su agujón y su veneno podía torturar a las personas por cinco meses. 11 y el ángel del abismo que se llama en hebreo Abadon y en griego Apolion es quien reina sobre ellas. 12 el ´primer hay paso pero después de este vendrán otros dos. 13 el sexto ángel toco su trompeta y salió una voz de los cuatro cuernos que tenía el altar de oro que está delante del trono. 14 que dijo al sexto ángel que tenía la trompeta que soltara a los cuatro ángeles que están amarrados junto al rio Éufrates. 15 y soltaron a los ángeles que estaban preparados esperando la fecha exacta para matar a la tercera parte de las personas. 16 Y oí que el número de los jinetes del ejército eran doscientos millones. 17 y vi los caballos y sus jinetes en la visión que tenían corazas del color del fuego y los caballos tenían cabezas de leones que echaban fuego, humo y azufre. 18 y murió la tercera parte de las personas a causa del fuego, el humo y el azufre que salían de la boca de estas tres plagas. 19 porque la peligrosidad de los caballos está en sus bocas y en sus colas puesto que sus colas son como una serpiente y con ella dañan. 20 y las demás personas las que no murieron por causa de estas plagas, no se arrepintieron de adorar a los demonios al seguir haciendo obras con sus manos en forma de ídolos de oro, de plata de bronce, de piedra y de madera, los cuales no ven, no oyen, ni pueden andar. 21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación ni de sus hurtos. |
Capitulo 10 El Angel con el librito 2 tenía un librito abierto en su mano y se paró poniendo el pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra. 3 grito y su gran voz parecía el rugido de un león y después de gritar se escuchó la voz de los siete truenos. 4 y después de escuchar la voz de los siete truenos yo iba a escribir, pero una voz del cielo me dijo: no escribas lo que los siete truenos han dicho para que quede sellado. 5 y el ángel que estabas parado en el mar y en la tierra alzo su mano al cielo. 6 para jurar por el que vive por los siglos de los siglos, que es el creador del cielo y de todo lo que hay en él y la tierra y todo lo que hay en ella y del mar y todo lo que hay en el, que ya se acabó el tiempo. 7 porque cuando se escuche la voz del séptimo ángel, al sonido de la trompeta también se abra terminado el misterio de Dios como está escrito por los profetas servidores de Dios. 8 la voz del cielo me hablo otra vez y me dijo: ve y agarra el librito abierto que tiene en la mano el ángel que está parado en el mar y en la tierra. 9 me acerque al ángel y le pedí el librito y él me dijo ten comételo completo, su sabor es dulce como la miel pero te amargara el estómago. 10 entonces agarre el librito de la mano del ángel y me lo comí completo y su sabor era dulce como la miel pero después de comérmelo se me amargo el estómago. 11 y él me dijo ve a profetizar otra vez a muchos pueblos lenguas naciones y reyes. |
Capitulo 11 Los dos testigos 2 pero no midas el patio que está afuera del santuario, déjalo aparte porque fue entregado a los mundanos y ellos pisotearan la ciudad santa durante cuarenta y dos meses. 3 y permitiré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días vestidos con tela de costal. 4 estos testigos son como dos olivos y son los dos candeleros que están parados frente al Dios de la tierra. 5 y si alguien intenta hacerles daño de su boca sale fuego que devora a sus enemigos y todo aquel que desee hacerles daño morirá de la misma manera. 6 ellos tienen autoridad de cerrar el cielo para que no llueva durante el tiempo que ellos profeticen, y tienen autoridad para convertir las aguas en sangre y para dañar la tierra con todo tipo de plagas las veces que ellos quieran. 7 cuando ellos terminen su testimonio la bestia que saldrá del abismo los vencerá haciendo guerra contra ellos y los matara. 8 y dejaran sus cadáveres en la plaza de una gran ciudad que en sentido espiritual es llamada Sodoma y Egipto donde también crucificaron a nuestro señor. 9 y no permitirán que sean sepultados por tres días y medio para que gente de los pueblos, tribus lenguas y naciones vean sus cadáveres. 10 y se regocijaran las personas que habitan la tierra mandándose regalos de alegría unos a otros, porque estos profetas atormentaron a las personas que habitan la tierra. 11 pero después de los tres días y medio entro en ellos un espíritu de vida que Dios envió y los miraban sintieron un enorme miedo porque se pusieron de pie. 12 Y que escucharon una gran voz desde el cielo que les decía: suban acá y ellos subieron al cielo en una nube a la vista de sus enemigos. 13 y en ese momento hubo un gran terremoto que derrumbo la décima parte de la ciudad y siete mil personas murieron en este terremoto y los demás glorificaron al Dios del cielo porque se aterrorizaron. 14 el segundo ay paso y el tercer ay viene pronto. La séptima trompeta 16 los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus tronos delante de Dios, postrándose adoraron a Dios. 17 diciéndole te damos gracias señor Dios todopoderoso, el que eres y que eras y que habías de venir porque has tomado tu gran poder para reinar. 18 y las naciones se enfurecieron porque ha llegado el tiempo de juzgar con tu ira a los muertos y de premiar a tus servidores los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre ya sean pequeños o grandes y de destruir a los que destruyen la tierra. 19 y se abrió el santuario de Dios en el cielo y se miró el arca de su pacto en su santuario, y se produjeron relámpagos voces, truenos y terremotos y gran granizo. |
Capitulo 12 La mujer y el dragon 2 y como estaba embarazada, grito por los dolores del parto en la angustia del alumbramiento. 3 en el cielo también apareció otra señal: estaba ahí un gran dragón rojo con siete cabezas diez cuernos y siete diademas en sus cabezas. 4 y con su cola arrastro a la tercera parte de las estrellas y las arrojo a la tierra, y el dragón se paró frente a la mujer que estaba dando a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. 5 y ella dio a luz un hijo que pastoreara con vara de hierra a todas las naciones, y su hijo fue arrebatado por Dios Asia su trono. 6 y la mujer huyo al desierto donde Dios le tiene preparado un lugar para sustentarla durante mil doscientos sesenta días. 7 después en el cielo hubo una gran batalla: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y el dragón luchaba junto con sus ángeles. 8 pero no prevalecieron y ellos ya no tuvieron lugar en el cielo. 9 y fue lanzado fuera el dragón que es la serpiente antigua y su nombre es satanás, o diablo y él es el que engaña al mundo entero, porque fue arrojado a la tierra junto con sus ángeles. 10 Y oí una gran voz en el cielo que decía: aquí está la salvación Y el poder del reino de nuestro Dios y la autoridad de su cristo, porque el acusador de nuestros hermanos ha sido lanzado fuera, el que los acusaba con nuestro señor de día y de noche. 11 y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra con que ellos testificaron, porque menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12 por esto alégrense cielos y los que habitan en ellos y hay de los que habitan en la tierra y el mar porque el diablo ha bajado a ustedes con gran furia porque sabe que tiene poco tiempo. 13 el dragón al ver que había sido arrojado a la tierra persiguió o la mujer que dio a luz al hijo. 14 pero le dieron a la mujer dos alas como de una gran águila para que volara de la presencia de la serpiente hasta el lugar del desierto donde es sustentada por un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo. 15 y la serpiente arrojo por la boca un gran rio de agua tras la mujer para que la arrastrara la corriente. 16 pero la tierra ayudo a la mujer porque abriendo su boca trago el rio de agua que el dragón había arrojado por su boca. 17 entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer guerra contra los demás hijos de ella, que son los que cumplen los mandamientos de Dios y dan testimonio de Jesús el cristo. |
Capitulo 13 las dos bestias 2 la bestia que vi parecía un leopardo, sus pies eran como los de oso y su boca como la del león y el dragón le dio su poder, su trono y gran autoridad. 3 vi una de sus cabezas con una herida de muerte, pero la herida mortal fue sanada y por esto se maravilló toda la tierra y siguió a la bestia. 4 y adoraron al dragón que le dio autoridad a la bestia y adoraron a la bestia diciendo quien como la bestia y quien podrá luchar contra ella. 5 y se le dio una boca con autoridad para hablar con palabras arrogantes Y blasfemias y que lo hiciera por un periodo de cuarenta y dos meses. 6 y con su boca blasfemo contra Dios, contra su nombre y su tabernáculo y de los que habitan en el cielo. 7 y le permitieron hacer guerra contra los santos y vencerlos, también le dieron autoridad sobre toda tribu lengua y nación. 8 y la adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, del cordero que fue sacrificado. 9 si alguno tiene oídos oiga. 10 si alguno lleva un prisionero él es el verdadero prisionero, si alguno mata con espada a espada será muerto, aquí está la paciencia y la fe de los santos. 11 después vi otra bestia que salía de la tierra con dos cuernos parecidos a los de un cordero pero hablaba como un dragón. 12 y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia, la que fue sanada de una herida mortal. 13 también hace grandes señales, tanto que hasta hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres. 14 y engaña a los habitantes de la tierra por medio de las señales que le permitieron hacer en presencia de la bestia, diciendo a los habitantes de la tierra que le hagan una imagen a la bestia que tenía la herida de espada pero siguió viviendo. 15 y se le permitió dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia pudiera incluso hablar y hacer matar a todo aquel que no la adorara. 16 y hace que se le ponga una marca en la mano derecha o en la frente a todos Grandes y pequeños, pobres y ricos, libres y esclavos. 17 y que nadie pueda comprar ni vender si no tiene la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre. 18 para esto se necesita sabiduría, pero el que tenga entendimiento podrá calcular el número de la bestia pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. |
Capitulo 14 El canto de los 144000 virgenes 2 Y oí una voz en el cielo, que parecía el estruendo de muchas aguas o más bien el sonido de un gran trueno y esta voz que oí en el cielo, era como la música que tocan los arpistas con sus arpas. 3 y cantan un nuevo canto delante del trono, delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos, y nadie pudo aprender el nuevo canto, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron rescatados de entre los de la tierra. 4 porque son vírgenes ya que no se contaminaron con mujeres, estos son los que siguen al cordero a donde quiera que vaya, porque para eso fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el cordero. 5 estos no tienen mancha delante del trono de Dios porque sus bocas nunca hablaron mentira. El mensaje de los tres angeles 6 vi volar otro ángel por en medio del cielo con un evangelio eterno, para predicarlo a los habitantes de la tierra de Todos los pueblos, tribus, lenguas y naciones. 7 diciendo teman a Dios y glorifíquenlo, porque ha llegado la hora de su juicio y adoren a aquel que ha hecho el cielo y la tierra, el mar y los manantiales de agua. 8 otro ángel lo siguió diciendo: ha caído, ha caído la gran ciudad de babilonia, porque ha hecho beber del vino de su fornicación a todas las naciones. 9 y un tercer ángel los siguió diciendo con gran voz: el que adore a la bestia o a su imagen o que reciba la marca en su mano derecha o en la frente. 10 el también beberá el vino de la furia de Dios que han vertido puro en el vaso de su ira y será atormentado con fuego de azufre delante de los santos ángeles y en presencia del cordero. 11 y el humo de su tormento permanecerá por los siglos de los siglos, y no tendrán reposo de día ni de noche los que adoren a la bestia o a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. 12 la paciencia de los santos es que cumplan los mandamientos de Dios por medio de la fe en Jesús. 13 oí una voz que venia del cielo decirme escribe: bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueran cumpliendo la voluntad de Dios, si el espíritu quiere que mueran para que descansen de sus obras, porqué sus obras se van con ellos. La siega de la tierra 14 mire y ahí estaba sentado sobre una nube blanca uno que parecía el hijo del hombre y tenía en su cabeza una corona de oro y en su mano una hoz afilada. 15 y otro ángel salió del santuario clamando a gran voz al que estaba sentado en la nube: mete tu hoz y siega porque ha llegado la hora de segar porque el trigo de la tierra está maduro. 16 el que estaba sentado en la nube metió su hoz en la tierra y la tierra fue segada. 17 salió otro ángel del santuario del cielo, también con una hoz afilada. 18 y salió del altar otro ángel con autoridad sobre el fuego y hablo con una gran voz al que tenía la hoz afilada diciéndole: Envía tu hoz a la tierra y vende los racimos de la vid de la tierra porque sus uvas están maduras. 19 y el ángel echo su hoz a la tierra y echo las uvas en el gran lagar de la furia de Dios 20 y pisaron el lagar fuera de la ciudad y salió sangre del lagar hasta el freno de los caballos por una distancia de ciento veintiocho kilómetros. |
Capitulo 15 Los siete Angeles con las ultimas siete plagas 2 también vi un mar como de vidrio mesclado con fuego, y a los que alcanzaron la victoria sobre la bestia y su imagen y su marca y el número de su nombre, parados sobre el mar de vidrio con arpas de Dios. 3 cantando el canto que Moisés el servidor de Dios le canto al cordero diciendo: rey de los santos tus obras son justas y tus caminos son verdaderos. 4 todos te temerán gran señor y glorificaran tu nombre, porque solo tú eres santo y por eso llegaran a adorarte todas las naciones puesto que tus juicios se han manifestado. 5 después mire y ahí mismo en el cielo se abrió el santuario que es el tabernáculo del testimonio. 6 y del santuario salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos con lino limpio y resplandeciente y ceñidos con sujetadores de oro a la altura del pecho. 7 y uno de los cuatro seres vivientes les dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la furia del Dios que vive por los siglos de los siglos. 8 y el santuario se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder nadie pudo entrar en el santuario hasta que se consumaron las siete plagas de los siete ángeles. |
Capitulo 16 La siete copas con la ira de Dios 2 fue el primero y vació su copa sobre la tierra y los hombres que tenían la marca de la bestia y adoraban su imagen, fueron heridos con ulceras malignas y dolorosas. 3 y el segundo ángel vació su copa sobre el mar y el mar se convirtió en sangre, como la sangre de los muertos y murió todo ser vivo que había en el mar. 4 el tercer ángel vació su copa sobre los ríos y sobre los manantiales de agua y se convirtieron en sangre. 5 y oí que el ángel de las aguas decía: justo eres gran señor, el que eres y que eras, el santo, porque has juzgado estas cosas. 6 tú les has dado a beber sangre por que lo merecen, por haber derramado la sangre de los santos y de los profetas. 7 también oí decir a otro desde el altar: señor Dios todopoderoso, ciertamente tus juicios son verdaderos y justos. 8 el cuarto ángel vació su copa sobre el sol para permitirle quemar con fuego a los hombres. 9 y el gran calor quemo a los hombres , pero los hombres en lugar de glorificar a Dios, que es quien tiene autoridad sobre estas cosas, blasfemaron contra su nombre. 10 el quinto ángel vació su copa sobre el trono de la bestia, y este reino se cubrió de oscuridad y se mordían la lengua por el dolor. 11 y blasfemaron contra el Dios del cielo por los dolores de sus ulceras pero no se arrepintieron de sus obras. 12 el sexto ángel vació su copa sobre el gran rio Éufrates y el agua de este se secó, quedando preparado el camino para los reyes del oriente. 13 y salieron tres espíritus inmundos en forma de ranas. de la boca del dragón, de la bestia y de la boca del falso profeta, 14 pues son espíritus de demonios que van por todo el mundo a los reyes de la tierra, haciendo señales para reunirlos a la batalla del gran día del todo poderoso. 15 entonces voy a venir como ladrón, dichoso el que cumple y así cuida sus ropas para que no ande desnudo y vean sus vergüenzas. 16 y los reunió en un lugar que en hebreo se llama Armagedón. 17 el séptimo ángel derramo su copa en el aire, y salió una potente voz del santuario del cielo que dijo: HECHO ESTA. 18 hubo entonces relámpagos y estruendo prolongado de truenos y un gran temblor de tierra, y fue un terremoto tan grande que no ha habido otro tan grande desde que los hombres habitan la tierra. 19 y se dividió en tres partes la gran ciudad y cayeron las ciudades de las naciones, y se recordó delante de Dios la gran babilonia para darle el vaso con el vino del ardor de su ira. 20 y las islas huyeron y los montes ya no se encontraron. 21 y desde el cielo cayó sobre los hombres un gran granizo que pesaba como Treinta y cuatro kilos , y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo pues esta plaga fue grande sobremanera. |
Capitulo 16 La sentencia de la gran prostituta 2 con la que han fornicado los reyes de la tierra y los habitantes de la tierra se han emborrachado con el vino de su fornicación. 3 y me llevo en espíritu al desierto y ahí mire una mujer sentada sobre una bestia roja llena de nombres blasfemos que tenía siete cabezas y diez cuernos. 4 y la mujer estaba cubierta de tela morada y roja, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas y tenía en las manos un vaso de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación. 5 y sobre su frente un misterioso nombre escrito: "BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA". 6 y me asombre con gran asombro cuando vi la mujer ebria con la sangre de los santos y con la sangre de los mártires de Jesús. 7 el ángel me dijo no te asombres porque yo te diré el misterio de la bestia que tiene las siete cabezas y los diez cuernos y de la mujer que la monta. 8 la bestia que vistes existió pero ya no existe y está por salir del abismo para ir a la perdición y los habitantes de la tierra cuyo nombres no están escritos en el libro de la vida desde antes de la fundación del mundo, se asombraran viendo a la bestia que existió pero ya no existe aunque está presente. 9 aquí está para la mente que tiene sabiduría las siete cabezas son siete montes sobre los cuales la mujer se sienta. 10 y son siete reinos, cinco de ellos han pasado, uno existe y otro aun no llega y cuando llegue debe permanecer por un poco de tiempo. 11 la bestia que existió y que no existe es también el octavo y es uno de los siete y va a la perdición. 12 y los diez cuernos que vistes son diez reyes que todavía no empiezan a reinar, pero por una hora recibirán autoridad para reinar juntamente con la bestia. 13 ellos tienen el mismo propósito y entregaran su poder y autoridad a la bestia. 14 pelearan contra el cordero pero el cordero los vencerá, porque él es el señor de señores y rey de reyes y los que están con el son llamados y elegidos por fieles. 15 también me dijo. Las aguas que has visto donde la prostituta se sienta son pueblos. Muchedumbres de naciones y lenguas. 16 y los diez cuernos aborrecerán a la prostituta y la dejaran sola y desnuda y comerán sus carnes y la quemaran con fuego 17 porque Dios puso en sus corazones que ejecuten lo que él se propuso, poniéndose de acuerdo para dar sus reinos a la bestia, hasta que se cumpla la palabra de Dios. 18 y la mujer que vistes es la gran ciudad que reinara sobre los reyes de la tierra. |
Capitulo 18 La caída de Babilonia 2 y con voz potente clamo diciendo: cayó, cayó la gran babilonia porque se convirtió en nido de demonios y guarida de espíritus inmundos y cueva para todas las aves inmundas y aborrecibles. 3 porque todas las naciones bebieron el vino del ardor de su fornicación y los reyes de la tierra han fornicado con ella y los comerciantes de la tierra se enriquecieron con la potencia de sus placeres. 4 y oí otra voz del cielo que decía. Pueblo mío salgan de ella para que no participen de sus pecados ni reciban nada que venga de sus plagas. 5 porque el montón de sus pecados ha llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades. 6 denle a ella lo que ella les dio y devuélvanle el doble de lo que ella hiso, en la copa en que ella les preparo bebida prepararle a ella el doble. 7 denle a ella tormento y luto en proporción a lo que ella se ha glorificado y ha vivido en placeres, porque piensa que ella no es viuda y nunca enviudara jamás porque está sentada como reina. 8 por eso en un solo día le vendrán plagas muerte, Luto y hambre y la quemaran con fuego porque el señor que la ha sentenciado es el poderoso Dios. 9 y los reyes de la tierra que han vivido en placeres fornicando con ella, se lamentaran, llorando por ella al ver el humo de su incendio. 10 se pararan lejos por miedo a ser atormentados y dirán: hay, hay de la gran ciudad de babilonia, porque en una hora vino el juicio a la ciudad fuerte. 11 y los comerciantes de la tierra se lamentaran llorando por ella, porque nadie podrá comprar sus mercancías. 12 cargamentos de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de telas finas como lino, purpura, seda y escarlata, de maderas olorosas, de objetos de marfil, de objetos de maderas preciosas, de cobre de hierro y de mármol. 13 de especies aromáticas como, incienso ,mirra y de aceitunas, vino, aceite, harina de trigo, trigo, bestias de carga, ovejas caballos, carros esclavos y vidas humanas. 14 se apartaran las cosas exquisitas codiciadas por tu alma, y nunca más hallarlas las cosas exquisitas y esplendidas, porque han desaparecido para ti. 15 los comerciantes que venden estas cosas y se han enriquecido a costa de ella, se pararan lejos por miedo a ser atormentados y se lamentaran llorando. 16 y dirán hay, hay de la gran ciudad que se cubría con telas finas como lino, purpura y escarlata, y se adornaba con oro, piedras preciosas y perlas. 17 porque en una hora se an consumido tantas riquezas y todos los pilotos y todos los que viajan en naves y los marineros que trabajan en el mar, se pararan lejos 18 y gritaran al ver el humo de su incendio: ninguna ciudad era como esta gran ciudad. 19 y echando polvo sobre sus cabezas se lamentaran llorando y gritando hay ,hay de la gran ciudad, en una hora se ha destruido la ciudad en la que se enriquecieron con sus riquezas todos los que tienen naves en el mar. 20 alégrense en el cielo por su causa, ustedes santos, apóstoles, y profetas porque Dios ha pronunciado el juicio a favor de ustedes y en contra de ella. 21 y un poderoso ángel tomo una piedra que parecía una gran piedra de molino y la arrojo al mar diciendo. Con este mismo ímpetu será derribada la gran ciudad de babilonia y nunca más será vista. 22 y los músicos no tocaran más en ti sus arpas, flautas ni trompetas, y ningún oficial de ningún oficio se hallara más en ti, ni el ruido de ninguna maquina se oirá más en ti. 23 las lámparas no alumbraran más en ti, y la voz del novio y de la novia no se oirá más en ti, porque tus comerciantes eran los dirigentes de la tierra y con tus hechicerías han engañado a todos los habitantes de la tierra. 24 y en ella se encontró la sangre de los profetas y de los santos y de todos los que han sido degollados sobre la tierra. |
Capitulo 19 Alabansas en el cielo 2 porque sus juicios en verdad son justos, pues ha juzgado a la gran prostituta que corrompía a la tierra con su fornicación, para vengar la sangre de sus servidores que la mano de ella derramo. 3 y continuaron diciendo por segunda vez aleluya; y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. 4 y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en el suelo, para adorar a Dios que seguía sentado en el trono y decían: amen , aleluya. 5 y salió una voz del trono que decía: alaben a nuestro Dios todos sus servidores y los que le temen, sean grandes o pequeños. 6 y oí la voz de una gran multitud que parecía el estruendo de muchas aguas o como el sonido de fuertes truenos que decía: aleluya ´porque Dios nuestro señor ha estableció su reinado. Las bodas del cordero 8 pues se le ha concedido vestirse de lino fino limpio y resplandeciente, y el lino fino son las acciones justas de los santos. 9 y el ángel me dijo escribe esto porque son verdaderas palabras de Dios: dichosos los invitados a cenar en las bodas del cordero. 10 y me postre a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: mira no lo hagas porque soy un servidor compañero tuyo y de tus hermanos los que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. El jinete del caballo blanco 11 Entonces mire en el cielo abierto un caballo blanco y a su jinete lo llaman fiel y verdadero y el pelea y juzga con justicia. 12 sus ojos parecen llama de fuego y trae en su cabeza muchas diademas y tiene escrito un nombre que solo él conoce. 13 su nombre es el verbo de dios y su ropa está teñida en sangre. 14 y lo seguían los ejércitos del cielo montados en caballos blancos y vestidos de finísimo lino blanco y limpio. 15 de su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y asi las pastoreara con vara de hierro y pisara el lagar del vino de la ira y la furia del Dios todo poderoso. 16 y tiene escrito en su ropa y en su muslo : REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. 17 Y vi un ángel parado en el sol gritando con gran voz a todas las aves del cielo: vénganse y reúnanse para la gran cena del señor. 18 para que coman carne de reyes, de políticos, de valientes, de jueces,De militares, carne de caballos y sus jinetes, carnes de todos libres y esclavos, pequeños y grandes. 19 y vi a la bestia y a los reyes de la tierra con sus ejércitos reunidos para hacer guerra contra el que montaba el caballo blanco y contra su ejército. 20 pero la bestia fue apresada junto con el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las que engaño a los que aceptaron la marca de la bestia y adoraron su imagen a estos dos los lanzaron vivos a un lago de fuego que arde con azufre. 21 y a los demás los mato la espada que sale de la boca del que monta el caballo blanco y sus carnes fueron devoradas por todas las aves. |
Capitulo 20 La primera resurección 1 vi bajar del cielo a un ángel que traía la llave del abismo y una gran cadena en sus manos. 2 y atrapo al dragón que es la serpiente antigua, el diablo y satanás, y lo ato por mil años. 3 puso su sello sobre él y lo encerró arrojándolo al abismo, para que no pueda engañar más a las naciones hasta que se cumplan los mil años y después de esto será soltado por un poco de tiempo. 4 Y vi a los que recibieron facultad para juzgar sentarse en tronos, y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y a los que no adoraron a la bestia ni a su imagen y que no recibieron en sus frentes ni en sus manos la marca de la bestia, que volvieron a la vida y reinaron con Jesús por mil años. 5 esto es la primera resurrección porque los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. 6 bienaventurado y santo el que participe en la primera resurrección, porque la segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de cristo y reinaran con él por mil años. 7 y cuando se cumplan los mil años sacaran de su prisión a satanás. 8 y saldrá para engañar a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, a Gog y a Magog con el fin de reunirlos para la batalla y el número de ellos es como la arena del mar. 9 y subieron a lo ancho de la tierra y rodearon la ciudad amada que es el campamento de los santos, pero de parte de Dios cayo fuego del cielo y los consumió. 10 y el diablo que los engañaba fue lanzado al lago de fuego que arde con azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta y serán atormentados por los siglos de los siglos. El juicio ante el trono blanco 11 y vi un gran trono blanco y la tierra y el cielo huyeron de delante del que estaba sentado en el. 12 y vi a los muertos, grandes y chicos parados delante de Dios y se abrieron los libros y también se abrió el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos según las obras que estaban escritas en los libros. 13 y el mar entrego los muertos que había en él y la muerte entrego los muertos que estaban enterrados en tierra y fueron juzgados según las obras de cada uno. 14 y la muerte y el hades fueron lanzados al lago de fuego, esta es la muerte segunda. 15 y todo el que no se encontró inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. |
Capitulo 21 cielo nuevo y tierra nueva 2 y juan vio descender del cielo de junto a Dios, a la santa ciudad, la nueva Jerusalén dispuesta como una novia arreglada para su esposo. 3 y desde el cielo oí una gran voz que decía: el templo de Dios está aquí con los hombres, Dios mismo estará con ellos porque ellos serán su pueblo [ y el será su Dios] 4 Dios secara las lágrimas de los ojos de ellos para siempre y no habrá más llanto porque la muerte no existirá, ni abra clamor ni dolor porque las primeras cosas pasaron. 5 y el que estaba sentado en el trono dijo: ahora yo hare nuevas todas las cosas y me dijo escribe porque estas palabras son verdaderas y fieles. 6 y me dijo echo esta, yo soy la A y también la Z, el principio y también el fin, al que tenga sed yo le daré gratuitamente agua de la fuente de la vida. 7 el que venza recibirá todas las cosas y yo seré su Dios y el será mi hijo. 8 pero los miedosos por incrédulos, los rencorosos por homicidas, los hechiceros por fornicarios, los idolatras y todos los engañadores , tendrán su parte en el lago de fuego que arde con azufre y esta es la segunda muerte. la novia-esposa del cordero 9 entonces se acercó a mi uno de los ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas siete plagas y me hablo diciendo: ven conmigo y te mostrare a la novia la que será la esposa del cordero. 10 y llevo mi espíritu a un monte grande y alto y me mostro la gran ciudad santa de Jerusalén bajando del cielo de junto a Dios. 11 tenía la gloria de Dios, pues su propia luz resplandecía con un brillo intenso semejante al de una piedra preciosa, como una piedra de cuarzo o como un cristal de diamante transparente. 12 tenía un muro grande y alto con doce puertas que tenían escritos los nombres de las doce tribus de Israel y en las puertas doce ángeles. 13 tres puertas al norte, tres puertas al sur, tres puertas al este y tres puertas al oeste. 14 y el muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los doce nombre de los doce apóstoles del cordero. 15 el que hablaba con migo tenía una caña de medir de oro para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 la ciudad está ubicada en cuadro pues mide lo mismo de ancho que de largo, y cundo la midió con la caña, midió doce mil ciento sesenta kilómetros de ancho de largo y de altura. 17 y su muro midió ciento cuarenta y cuatro codos de hombre que son iguales a los de los ángeles. 18 el material del muro era de cuarzo pero la ciudad era de oro puro, semejante al diamante puro. 19 y los cimientos del muro estaban adornados con todo tipo de piedras preciosas, el primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda. 20 el quinto sardónica, el sexto cornalina, el séptimo crisolito, el octavo berilio. El noveno topacio, el décimo Jacinto y el doceavo amatista. 21 y las doce puertas eran doce perlas, cada una de las puertas era una perla y las calles de la ciudad eran de oro puro como diamante transparente. 22 y en ella no vi santuario porque el cordero y el señor Dios todopoderoso son el santuario de ella. 23 la ciudad no necesita que la iluminen ni el sol ni la luna porque la gloria de Dios la ilumina y el cordero es la lumbrera. 24 y las naciones caminaran con la luz de ella, y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella. 25 sus puertas nunca serán cerradas de día pues ahí nunca habrá noche. 26 y a ella llevaran la gloria y el honor de las naciones. 27 en ella no entrara ninguna cosa inmunda, o que miente con resentimiento, sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del cordero. |
Capitulo 22 El arbol de la vida 1 me mostro después un rio de agua limpia y resplandeciente que salía del trono de Dios y del cordero. 2 en medio de la calle de la ciudad a ambos lados del rio había árboles que dan su fruto cada mes, y este es el árbol dela vida que produce doce frutos al año y sus hojas eran para sanar a las naciones. 3 y no habrá enfermedades nunca más y el trono de Dios y del cordero estará en ella y sus servidores le servirán. 4 mirándolo de frente pues tendrán su nombre en la frente. 5 y no tendrán necesidad de alumbrarse con lámparas ni la luz del será necesaria porque el señor Dios los iluminara para que nunca más exista la noche, y reinaran por los siglos de los siglos. la venida de Cristo esta cerca 6 Y me dijo: estas palabras son fieles y verdaderas y Dios que es el señor de los espíritus de los profetas, envió a su ángel para mostrar a sus servidores las cosas que sucederán muy pronto. 7 porque volveré aquí muy pronto y será dichoso el que cumpla las palabras de la profecía de este libro. 8 yo juan escuche y vi estas cosas y después de oír me postre para adorar a los pies del ángel que me mostro estas cosas. 9 pero él me dijo: no lo hagas, mira yo también soy servidor compañero tulló y de tus hermanos los profetas, así como de todos los que cumplen lo dicho en este libro, adora a Dios. 10 y me dijo no selles este libro porque sus palabras profetizan que el tiempo está cerca. 11 el que es injusto seguirá siendo injusto, y el que es inmundo seguirá siendo inmundo, y el que es justo seguirá practicando la justicia y el que es santo seguirá santificándose. 12 toma en cuenta que vendré pronto a traer mi galardón, para recompensar a cada quien según sus obras. 13 yo soy la A y también la Z, el principio y el fin, el primero y el último. 14 bienaventurados los que laven sus ropas porque tendrán acceso al árbol de la vida entrando por las puertas a la ciudad. 15 quedaran afuera los perros, los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idolatras, y todo aquel que ama la mentira y la práctica. 16 yo Jesús envié mi ángel para dar testimonio en las iglesias, yo soy la estrella resplandeciente de la mañana y la raíz de la descendencia de David. 17 y el espíritu de la esposa dice ven y el que oiga repita ven y los que tienen sed vendrán y los que quieran tomaran gratuitamente el agua de la vida. 18 Yo declaro a todo aquel que escucha la profecía hablada en este libro, que si alguien añade a estas cosas, Dios echara sobre el las plagas que están escritas en este libro. 19 y si alguien quita una de las palabras de esta profecía, Dios le quitara su parte del libro de la vida y de la santa ciudad como está escrito en este libro. 20 vengo pronto es lo que dice el que dio testimonio de estas cosas, amen si ven señor Jesús. 21 la gracia de nuestro señor Jesús este con todos ustedes. AMEN |